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jueves, 31 de marzo de 2022
lunes, 28 de marzo de 2022
OBITER DICTUM
«—Sería indigno de la gran confianza depositada en
mí si no hiciera todo lo que está en mis manos para mantener nuestra amada
Libertonia en paz con el mundo. Me complacerá enormemente reunirme con el
embajador Trentino y ofrecerle, en nombre de mi país, la mano derecha de la
fraternidad. Y estoy seguro de que él aceptará este gesto con el espíritu con
que es transmitido. Pero supongamos que no es así. Vaya. Yo le tiendo la mano y
él la rechaza. Esto aumentará mi prestigio, ¿verdad? Yo, el jefe de un país,
desairado por un embajador extranjero. ¿Quién se cree que es para venir aquí y
aporrearme delante de toda mi gente? Pensémoslo. Le tiendo la mano. Y esa hiena
se niega a aceptarla. ¡Vaya con el canalla ordinario y farolero! ¡No se saldrá
con la suya, créanme! [Entra
el embajador] Líder de
Libertonia: Así que se niega a estrecharme la mano, ¿eh? [Abofetea al embajador] Embajador. ¡Señora Teasdale, esto ya es el colmo!
¡Ahora no hay vuelta atrás! ¡Es la guerra!»
Groucho Marx.
sábado, 26 de marzo de 2022
jueves, 24 de marzo de 2022
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
SONETO PARA ACABAR UN
AMOR
He quemado el pañuelo por si acaso
se pudiera tejer de nuevo el lino.
Le sobra la mitad del vaso al vino
y más de media noche al cielo raso.
Tenía que pasar esto. Y el caso
es que estando yo siempre de camino
y estando tú parada, no te vi y no
me ha cogido el amor nunca de paso.
Puede que salga a relucir la historia
porque nunca se acaba lo que acaba,
que se queda a vivir en la memoria.
Echa a andar el amor que te he tenido
y se va no sé dónde. Donde estaba.
De donde no debiera haber salido
Manuel Alcántara.
martes, 22 de marzo de 2022
domingo, 20 de marzo de 2022
ALLÁ EN LAS INDIAS
DESPEDIDA FAMILIAR
«No se sabe de
cierto qué años vivió ni cuántos reinó, mas de que comúnmente se tiene que
fueron más de cincuenta los de su reinado; y así lo mostraba su cuerpo cuando
yo lo vi en el Cuzco, al principio del año de mil y quinientos y sesenta, que,
habiendo de venirme a España, fui a la posada del licenciado Polo Ondegardo,
natural de Salamanca, que era corregidor de aquella ciudad, a besarle las manos
y despedirme de él para mi viaje. El cual, entre otros favores que me hizo, me
dijo: «Pues que vais a España, entrad en ese aposento; veréis algunos de los
vuestros que he sacado a luz, para que llevéis que contar por allá». En el
aposento hallé cinco cuerpos de los Reyes Incas, tres de varón y dos de mujer.
El uno de ellos decían los indios que era este Inca Viracocha; mostraba bien su
larga edad; tenía la cabeza blanca como la nieve. El segundo, decían que era el
gran Túpac Inca Yupanqui, que fue bisnieto de Viracocha Inca. El tercero era
Huayna Cápac, hijo de Túpac Yupanqui y tataranieto del Inca Viracocha. Los dos
últimos no mostraban haber vivido tanto, que, aunque tenían canas, eran menos
que las del Viracocha. La una de las mujeres era la Reina Mama Runtu, mujer de
este Inca Viracocha. La otra era la Coya Mama Ocllo, madre de Huayna Cápac, y
es verosímil que los indios los tuviesen juntos después de muertos, marido y
mujer, como vivieron en vida. Los cuerpos estaban tan enteros que no les
faltaba cabello, ceja ni pestaña. Estaban con sus vestiduras, como andaban en
vida: los llautos en las cabezas, sin más ornamento ni insignias de las reales.
Estaban asentados, como suelen sentarse los indios y las indias: las manos
tenían cruzadas sobre el pecho, la derecha sobre la izquierda; los ojos bajos,
como que miraban al suelo.»
Inca Garcilaso de la Vega.
Comentarios Reales.
viernes, 18 de marzo de 2022
miércoles, 16 de marzo de 2022
martes, 15 de marzo de 2022
OBITER DICTUM
«La instalación era, en verdad, curiosa. En ella tienen
residencia los encargados de los principales servicios necesarios al sector,
desde el coronel jefe hasta el último de sus ordenanzas. La habitación y el
despacho del coronel se hallaban entre las cuevas del primer piso. Las oficinas
de escribientes, taquígrafos, dactilógrafos, delineantes, intérpretes y
telefonistas ocupan el piso segundo. En el tercero están los confeccionadores y
reparadores de uniformes y otras prendas de vestir, lo mismo para hombres que
para los brutos: sastres, zapateros, constructores de cascos y guarnicioneros.
Y en el cuarto piso, que es el último, viven en confusión fraternal varios
gremios modestos de peones, albañiles y «trincheristas». Las cocinas ocupan la
planta baja, y en el entresuelo hay, además, una sala de esparcimiento para los
oficiales, con piano, fonógrafo, un cornetín y diversas bandurrias.»
Gaziel.
lunes, 14 de marzo de 2022
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
LA ÚLTIMA INOCENCIA
Partir
en cuerpo y alma
partir.
Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.
He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más formar fila para morir.
He de partir
Pero arremete, ¡viajera!
Alejandra Pizarnik.
sábado, 12 de marzo de 2022
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
SOLEIL
Quelqu’un vient
de partir
Dans la chambre
Il reste un
soupir
La vie déserte
La rue
Et la fenêtre
ouverte
Un rayon de soleil
Sur la pelouse verte.
Arthur Rimbaud.
jueves, 10 de marzo de 2022
martes, 8 de marzo de 2022
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EN UN SUEÑO EN ULM
«En el corazón de aquella
madriguera se alzaba la catedral de Ulm, ceñida por un octágono de casas que se
encumbraba en el extremo occidental de la enorme nave, con la torre más alta
del mundo, cuya aguja transparente desaparecía en un deshilachado edredón de
nubes. Finalizaba un día de mercado. Estaban quitando la nieve de los toldos
alquitranados y formando columnas con los cestos encajados unos en otros.
Habían cargado los restos de verduras en las carretas, muchos de cuyos caballos
tenían aquellas hermosas crines y colas muy rubias, y los carreteros maldecían mientras
los hacían retroceder entre las lanzas de las carretas. Mujeres de mejillas
coloreadas, procedentes de una veintena de pueblos, llevaban cofias almidonadas
y provistas de cintas negras que debían de haber sido terribles receptáculos de
nieve. Se congregaban en torno a los braseros y pisoteaban el suelo con unas
botas extraordinarias como no las había visto antes ni las he vuelto a ver
desde entonces: unos cilindros inmensos, anchos como el calzado de los
postillones del siglo XVII , forradas de fieltro y rellenas de paja.
Incomprensibles gritos dialectales se mezclaban con los bufidos y relinchos.
Las aves de corral estaban agitadas, los cerdos chillaban, los ganaderos
azuzaban a las reses para que salieran de los corrales medio desmontados a
medida que colocaban las vallas. Aldeanos con sombreros de ala ancha, chalecos
rojos y látigos en las manos charlaban en las columnatas y en el tramo de
escalones bajos. Un estridente y jocoso murmullo de confabulación se mezclaba
con el humo entre las macizas columnas, y las bóvedas que sostenían aquellas
columnas eran los suelos de edificios medievales tan grandes y macizos como
antiguos tithe barns ingleses.»
Patrick
Leigh Fermor.
El
tiempo de los regalos.
Peninsula.
domingo, 6 de marzo de 2022
viernes, 4 de marzo de 2022
OBITER DICTUM
«Ruano recibía allí a mucha gente, por las tardes,
aunque luego cogió la costumbre de irse a escribir al hotel Fénix, al
anochecer, y allí redactaba algunas veces la Penúltima hora de ABC, que era una
columna toda en negritas y firmada abajo con iniciales. En general, César
estaba ya cansado, enfermo, más que viejo, y aquella breve columna solía
dejarme triste al día siguiente, en el periódico, porque el maestro se iba, el
amigo tardío, el modelo. »
Francisco Umbral.
miércoles, 2 de marzo de 2022
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