El Instituto
Smithson, sobre todo su faceta etnológica, era interesante de visitar.
Cualquier país, como cualquier persona, tiene un lado vanidoso, de otro modo no
podría vivir consigo mismo; pero nunca he comprendido cómo el pueblo moderno
que de un modo más absoluto ha arrebatado la tierra a los indígenas puede creer
ser de verdad una noble comunidad que da ejemplo al resto del mundo cruel.
Cuando le contaba esta perplejidad mía, Roosevelt me llevaba la contraria con
unas voces que hacían temblar las vitrinas llenas de restos indios.
Rudyard Kipling.