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domingo, 31 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE

 




PENDENCIAS E INDEPENDENCIAS: LA RISA.



«En respuesta a la incomprensión y al sabotaje sistemático de nuestro esfuerzo, como a la intención bien evidente, desde la primera hora, de oponerse con más energía a un avance social justiciero de las masas productoras que al enemigo del otro lado de las trincheras, pudo haberse declarado la independencia de Cataluña, para avanzar con el ritmo propio que se había dado a partir de los acontecimientos de julio. La idea fue mas o menos alentada por ciertos sectores y, en algunas ocasiones, no se disimuló como amenaza, pero el hecho de tener el oro del país a disposición del gobierno de Madrid y la circunstancia de ser Cataluña una zona industrial que había de ser abastecida de materia prima extranjera, unido todo esto a las dificultades crecientes de los intercambios internacionales, hizo que se viese con claridad que una independencia política en aquellas condiciones no podía ser, de hecho, más que una solución estéril o bien una entrega de la región autónoma al protectorado francés, sin cuyo soporte no habría podido sostenerse la economía catalana y, por tanto, la guerra.»



Diego Abad de Santillán.

Por qué perdimos la guerra?

Ediciones Imán.





viernes, 29 de octubre de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






SEMPER EADEM

No he de apagar la luz
para pensar en ti: a pleno día
y ande haciendo lo que haga
(deambular por los parques, mirar nubes,
contestar a unas cartas, romper versos,
retener cuanto graban en el contestador,
bromear con el hijo, ver que llueve
y apenas lo registran mis calizos terrones
pues que la reja de tu sonreír
hace días que falta),
no afecta a tu presencia cercana o venidera,
eje y razón y fuerza y calor míos.

En las encrucijadas más confusas del sueño
oscuramente sé de tu vivir. Y cuando
la madrugada, a veces, mi dormir interrumpe
anunciando borrasca,
me oriento por el faro
de tu claro vivir siempre al alcance.


Antonio Martínez Sarrión.





jueves, 28 de octubre de 2021

OBITER DICTUM






«Es propio de la facultad inteligente fijarse en cómo desaparece rápidamente todo, las propias personas en el universo, los recuerdos de esas personas en el tiempo; en cómo son las cosas que son perceptibles y especialmente las que nos atraen con el cebo del placer o las que nos atemorizan con el sufrimiento o las que se pregonan con delirios de grandeza; en cómo no tienen valor, son fáciles de despreciar, sucias, perecederas, muertas; en quiénes son esos cuyas suposiciones y palabras proporcionan buena o mala reputación; en qué es morir (si uno viera la muerte en sí y con clasificación reflexiva descompusiera las supersticiones que se le añaden, supondrá que no es otra cosa que obra de la naturaleza, y si uno le tiene miedo a una obra de la naturaleza es un niñato, no es que sea sólo obra de la naturaleza, es que le conviene)...»

Marco Aurelio.

lunes, 25 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE





CRIOLLOS Y PODER


«En este ocaso del Imperio Español de América, los criollos americanos, cepa de la estructura de poder de todas las futuras repúblicas independientes, viven emociones y sentimientos contradictorios. La rebeldía exitosa de los colonos ingleses de América del Norte los fascina. Aspiran a ejercer todo el poder, a tener todos los honores, en lugar de tener que admitir la tutela de España, ejercida por funcionarios peninsulares. Pero a la vez, como amos en una sociedad esclavista, se saben rodeados de enemigos. No sólo los indios en apariencia sumisos, pero que de vez en cuando estallan en rebelión, como en el Perú en 1780; o como en México en 1624 y 1692; sino además los negros bárbaros y violentos y los pardos humillados y resentidos. En el motín de 1692 los esclavos negros, los pardos y hasta los blancos pobres, llamados en México saramullos , para distinguirlos de los orgullosos criollos, habían terminado por hacer causa común con los indios en una explosión de cólera contra toda autoridad y toda riqueza.»


Carlos Rangel.

Del buen salvaje al buen revolucionario.

Monte Ávila Editores.


domingo, 24 de octubre de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






DAL A BOLDOGTALANSÁGRÓL

Minden, amiben hittünk,
Odavan, odavan, odavan
És szerencsés
És boldog, ki csak önmagáért
Boldogtalan.

Mert minden odavan,
Minden, amiben hittünk,
Zászlók, kiket ormokra vittünk.
Ma minden odavan
S boldog, aki boldogtalan.

Boldog, aki boldogtalan,
Mert minden odavan,
Odavan, odavan, odavan.

Endre Ady.

sábado, 23 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE





ODIOS Y BANDERAS


«La guerra de España no ha terminado. Conocemos el fin de las operaciones militares, pero el conflicto continúa. Guerra es también, según la Academia Española, «toda especie de lucha y combate, aunque sea en sentido moral». A esas luchas y combates me refiero al afirmar que no ha terminado la querella de los españoles. Lo que ha perdido en crueldad militar, lo ha ganado en virulencia política. Victoriosos y derrotados continuamos odiándonos con la misma fuerza, pero rezumándonos la pasión y no queriendo dejar sin empleo el sobrante, unos y otros, respondiendo a la misma naturaleza, nos hemos dividido y subdividido enconadamente. Las banderas españolas son, por esa causa, múltiples. Enumerarlas, indicando el nombre de cada abanderado, sería abusar de la paciencia del lector y, por lo que a mí hace, renovar un sentimiento que participa, a partes iguales, de la tristeza y de la indignación. Tristeza por nuestra radical insolidaridad, indignación por la constancia con que la fomentamos. Todo hace presumir que ni los triunfadores fecundarán la victoria, ni los derrotados escarmentaremos en el descalabro. No hay peor enemigo del español —y de lo español— que el español mismo. Una parte de esta verdad nos era conocida antes de que la mayoría del Ejército se sublevase contra la República, pero los más agudos no la sospechaban en su integridad. Si alguien escapa a ese reproche de evidencia es don Miguel de Unamuno. La definitiva visión de ese maestro de mi juventud la localizo en una sesión de las Cortes Constituyentes, en la que como se debatiera ásperamente sobre unos sucesos sangrientos ocurridos en Bilbao, Don Miguel, irguiéndose en su escaño, interrumpió al orador con voz de profeta: —Llegará un día en que nos asesinemos los unos a los otros en nombre de un crucifijo de piedra o por unas insignias de barro, con la quijada de un asno.»


Julián Zugagazoitia.

Guerra y vicisitudes de los españoles.

Editorial Librería Española.




J


miércoles, 20 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE





LA NO SIMPATÍA


«Don Miguel me corrigió alguna fecha, me amplió algún dato. Al final me dijo que el libro le parecía bien, aunque no estaba escrito con simpatía. Era verdad. Eso de la simpatía es un sentimiento insobornable, cuya razón muchas veces no encuentra razones ni en nosotros mismos. Yo no tuve nunca simpatía por don Miguel de Unamuno. Me apartaban de considerarle una criatura amable muchos y no siempre justos detalles: su egotismo, su castidad, su apostolado de Carlyle a la española, su lío religioso y su aldeanismo seco y escamón, desde el que captó y pretendió la universalidad. Me fastidiaban también íntimamente casi todos sus detalles. Tomaba, por ejemplo, una taza de café. Pues bien, apartaba un terrón de azúcar, revolvía el resto, lo bebía a pequeños sorbos haciendo ruido… Luego, cuando la taza estaba vacía, echaba el terrón reservado y un poco de agua, revolvía aquella porquería y la apuraba de un trago. También resultaba fastidioso su sentido reverencial del dinero o, por otro nombre, roñosería. Hay mil anécdotas de este vicio, pero en Salamanca tuve ocasión de apuntar la mil y una. Yo, que había ido allí en un auto alquilado sólo por la atención de no publicar mi libro sin su visto bueno; yo, que era un joven de veintitantos años y forastero, comí solo, porque él no me convidó a comer, y aun pagué siempre las pequeñas consumiciones que íbamos haciendo. Unicamente al final, casi al despedirnos, cuando llamé al camarero para pagar por última vez dos cafés, Unamuno pegó grandes voces:

—¡No, no, no! ¡De ninguna manera! Paguemos cada uno el nuestro.»


César González-Ruano.
Mi medio siglo se confiesa a medias.
Editorial Noguer.

sábado, 16 de octubre de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






HOTEL ANTIGUO


Una mujer a solas se desnuda,
pared por medio, en el hotel antiguo
de esta ciudad remota donde duermo.

Abren las sedas un rumor disperso
que se mezcla al follaje
de los helechos en el aire.

Se oyen llaves que giran en un cofre,
jadeos ahogados, prendas,
la inocencia de gestos solitarios
que beben los espejos.

A su tiempo la noche se desnuda
y las calles apiladas se doblan
en un vasto ropaje
con la fatiga de un final de fiesta.

Una mujer a solas tras los muros,
unos pasos, un oscuro deseo,
hasta mí llega de otro mundo
como alguien que he amado y que me habla
desde un ataúd lleno de piedras.

Eugenio Montejo.

viernes, 15 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE



LA VENECIA DE WHISTLER


«Estos escrúpulos quedaron olvidados con la excitación de hacer un inesperado viaje a Venecia. Nos habíamos quedado sin leche condensada. No sé cómo, conseguí convencer al teniente de que en Venecia y sólo en Venecia sería posible comprar leche condensada. Fairbanks y yo recibimos nuestros salvoconductos y nos embarcamos en el vaporcito que hacía la travesía a Venecia desde Fuchina. Era un día de helada blanca y el sol daba apenas una débil luz rosada. Del norte llegaba el redoble distante de un fuego concentrado de artillería. El barco cortaba el encaje de hielo sobre la laguna con un sonido vibrante. Por encima de una tierra de color tórtola, los techos, las cúpulas y los campanarios se alzaban hacia un cielo también color tórtola. Era la Venecia que Whistler había pintado. Durante una tregua de la artillería pudimos oír el repicar dé las campanas al otro lado de la laguna. De puro milagro encontramos dos cajas de leche condensada en una tienda de ultramarinos. Sisamos un poco de tiempo para dar una vuelta por la Piazza de San Marco y el palacio de los Dogos. La mayor parte de los grandes cuadros habían sido escondidos, así como los caballos romanos, pero aunque yo estaba demasiado bajo el influjo de Giotto para apreciar el sombrío esplendor de los techos de la escuela veneciana, gocé extraordinariamente con los mosaicos que se veían detrás de los sacos terreros y con la señal más insignificante del cincel románico en las piedras de color gris cremoso.»


John dos Passos.

Años inolvidables.

Alianza Editorial.


martes, 12 de octubre de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






LLAMADA VIVA


Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno

menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos

acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado

ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre

ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche

volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse

estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.

Ida Vitale.

domingo, 10 de octubre de 2021

ALLÁ EN LAS INDIAS





        UN TABARDILLO TAN VIOLENTO

Dióle el Rey cuantas facultades y poderes pidió, y el día ocho de septiembre le entregaron, como á Capitán General, los ministros reales la armada, que se componía de trescientas velas y veinte mil hombres, celebrándose con grandes alegrías, salvas y ceremonias; pero aquel mismo día le acometió un tabardillo tan violento, que le desahuciaron: recibió todos los Sacramentos, hizo testamento, y el día diecisiete murió, convirtiendo en llanto la alegría de todos; y el asombro general fué tan grande, que la armada no pudo conservarse, ni el Rey tuvo de quién confiarla.
Falleció tan pobre, que no hubo para cumplir su testamento, dejando a su fama más motivos de engrandecerle su pobreza, y para mayor honor suyo, no sólo apuró su hacienda, que pudiera ser la más opulenta de aquel siglo, sino la de sus amigos y parientes, exponiendo las vidas de todos por la tutela del Reino y perdiendo en sus empresas y conquistas un hijo, dos hermanos y muchos deudos y amigos.
Cumpliendo lo que dispuso en su testamento cerrado, otorgado en Santander a quince de septiembre de mil quinientos setenta y cuatro, fué trasladado su cadáver á la parroquia de San Nicolás de la villa de Aviles, en una arca barreteada de hierro, con sus aldabas y cerraduras, la cual pusieron sobre el mismo sepulcro que está en la referida Iglesia, al lado del Evangelio, empotrado en la pared y elevado seis pies del pavimento: encima del nicho que ocupa el arca y el sepulcro, están las armas que el Santo Rey Don Fernando dio a esta familia, que es un navío con una sierra en la proa, que va a embestir una cadena asida de dos castillos en la una parte del escudo, que está partido; en la otra, cinco flores de lis.

Gonzalo Solís.
Pedro Menéndez de Avilés.

lunes, 4 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUEROTE




DE ALCOHÓLICOS, MUJERES Y ALGO DE JAZZ


«Y nosotros somos especímenes bastante normales. Nos encanta un tobillo bien torneado o incluso unas pulgadas por encima del tobillo, vestido, si es posible, con unas medias de nailon bien ajustadas. Somos aficionados a los trucos, y a las mentiras, y a las falsedades que usan las mujeres para engañar y atrapar a los inocentes y estúpidos hombres. Nos gustan mucho esas cosas: bonitos peinados, y los perfumes, y la ropa bonita, y el esmalte de uñas, y el carmín, y la sombra de ojos, y las pestañas postizas. Teníamos un ansia definitiva de ser engañados y mentidos. Nos gustan las intrincadas salsas francesas, y los vinos de cosecha, y el champán Pierre-Jouet, aproximadamente de 1934. Nos gusta que el jabón de baño huela dulce, y nos gustan las camisas blancas suaves. Nos gusta la música cíngara tocada por todo un batallón endiablado de violines. Nos gusta el son enloquecido de la trompeta de Louis Armstrong, y la risa histérica del clarinete de Pee Wee Russell. Y ahora llevábamos una vida de prístina virtud. Nos mostrábamos circunspectos a conciencia. Los ataques más comunes contra los extranjeros en la Unión Soviética se basan en la embriaguez y la lascivia. Y a pesar de que solo somos razonablemente alcohólicos, y no más lascivos que la mayoría de la gente, aunque esto es algo variable, estábamos decididos a vivir una vida de santos.»


John Steinbeck.

Diario de Rusia.

Editorial Capitan Swing.


sábado, 2 de octubre de 2021

OBITER DICTUM






Desde que se abandonó la construcción de naves aéreas más ligeras que el aire, el zepelín ha pasado a ser una curiosidad histórica, un monstruo anticuado como el dinosaurio. Representaba, lo mismo que el dinosaurio y por motivos similares, el último producto de una rama extinguida de la evolución: era demasiado voluminoso, vulnerable y lento. Pero era un monstruo de suprema belleza, ídolo y fetiche de una nación que se entrega fácilmente a la idolatría. Con su forma de pez dorado gigantesco, medía desde una punta hasta la otra doscientos cuarenta metros, dos veces la longitud máxima de un campo de fútbol. Tenía cuarenta metros de altura, como un edificio de doce plantas, o el campanario de una iglesia mediana. Su piel tersa y lustrosa de aluminio brillaba como la plata, y su tersura ininterrumpida hacía que desde lejos pareciera un animal vivo; una colosal y benévola Moby Dick del aire, que flotaba serenamente entre las nubes.

Arthur Koestler.

viernes, 1 de octubre de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE


 



UNA YIHAD MATERIALISTA



«La ciudad de Elvira, situada en una llanura, se hallaba poblada por gentes que no podían sufrirse unas a otras, hasta el punto que había persona que se hacía construir delante de su casa un oratorio y unos baños para no tropezarse con su vecino. Por un lado, no querían someterse a nadie ni aceptar las decisiones de un gobernador; pero, de otra parte, eran las gentes más cobardes del mundo, y temían por la suerte de su ciudad, ya que eran incapaces de hacer la guerra a nadie, aunque fuese a las moscas, de no ser asistidos por milicias [extranjeras] que los protegieran y defendieran. Viendo los conflictos que habían surgido entre los principados de Al-Andalus, así como el fuego que los devoraba, y temiendo ser víctimas de algún golpe de mano, enviaron al mencionado Zāwī mensajeros que le expusiesen la crítica situación en que se hallaban con estos términos: “Si antes de hoy vinisteis para hacer la guerra santa, nunca tendréis mejor ocasión que ésta de ahora, pues no os faltan almas que devolver a la vida, casas que defender y honra que ganar. Dispuestos estamos a asociarnos a vosotros con nuestras personas y bienes, de tal suerte, que nosotros pondremos el dinero y la residencia, a cambio de que nos protejáis y defendáis”.»



Abd Allãh Nãsir.

«Memorias».