PENDENCIAS E INDEPENDENCIAS: LA RISA.
«En respuesta a la incomprensión y al sabotaje sistemático de nuestro esfuerzo, como a la intención bien evidente, desde la primera hora, de oponerse con más energía a un avance social justiciero de las masas productoras que al enemigo del otro lado de las trincheras, pudo haberse declarado la independencia de Cataluña, para avanzar con el ritmo propio que se había dado a partir de los acontecimientos de julio. La idea fue mas o menos alentada por ciertos sectores y, en algunas ocasiones, no se disimuló como amenaza, pero el hecho de tener el oro del país a disposición del gobierno de Madrid y la circunstancia de ser Cataluña una zona industrial que había de ser abastecida de materia prima extranjera, unido todo esto a las dificultades crecientes de los intercambios internacionales, hizo que se viese con claridad que una independencia política en aquellas condiciones no podía ser, de hecho, más que una solución estéril o bien una entrega de la región autónoma al protectorado francés, sin cuyo soporte no habría podido sostenerse la economía catalana y, por tanto, la guerra.»
Diego Abad de Santillán.
Por qué perdimos la guerra?
Ediciones Imán.