Mi lista de blogs
domingo, 31 de mayo de 2020
sábado, 30 de mayo de 2020
viernes, 29 de mayo de 2020
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
miércoles, 27 de mayo de 2020
lunes, 25 de mayo de 2020
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
sábado, 23 de mayo de 2020
jueves, 21 de mayo de 2020
ALLÁ EN LAS INDIAS
SOBRE
LA MUERTE Y LAS ALMAS
martes, 19 de mayo de 2020
domingo, 17 de mayo de 2020
OBITER DICTUM
sábado, 16 de mayo de 2020
viernes, 15 de mayo de 2020
jueves, 14 de mayo de 2020
OBITER DICTUM
«Yo ya dije el 1 de septiembre de 1939 en el Reichstag alemán (y procuro no hacer profecías precipitadas) que esta guerra no se acabará como se imaginan los judíos, con el exterminio de los pueblos arios europeos, sino que el resultado de esta guerra será la aniquilación de la judeidad. Se aplicará ahora, por primera vez, la vieja ley judía: ojo por ojo, diente por diente.»
Adolf Hitler.
miércoles, 13 de mayo de 2020
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
martes, 12 de mayo de 2020
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
When I have fears that I may cease to be
Before my pen has glean'd my teeming brain,
Before high-piled books, in charactery,
Hold like rich garners the full ripen'd grain;
When I behold, upon the night's starr'd face,
Huge cloudy symbols of a high romance,
And think that I may never live to trace
Their shadows, with the magic hand of chance;
And when I feel, fair creature of an hour,
That I shall never look upon thee more,
Never have relish in the faery power
Of unreflecting love; - then on the shore
Of the wide world I stand alone, and think
Till love and fame to nothingness do sink.
John Keats
lunes, 11 de mayo de 2020
sábado, 9 de mayo de 2020
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
LAS VAGAS LUNAS DE LOS ESCAPARATES
Meditando sobre lo que haré en Madrid he venido absorto casi todo el camino, maquinando ilusiones que me abrasaban el cerebro. De tiempo en tiempo pasaba como una sombra la idea de que llevo muy poco dinero para conquistar a tan gran ciudad, y entonces advertía que los fríos manchegos me helaban los pies y entumecían los miembros.
Al bajar del tren me han recibido temblorosos los brazos de Estanislao. ¡Cómo sonríe este entrañable amigo! Diríase que sus dientes, blancos y firmes como los de un mastín, quieren morder. La primera vez que nos vimos en las prisiones de Barcelona hice esta observación, y él me dijo que también yo enseñaba los caninos. Reñimos con frecuencia, y nuestros últimos ladridos son siempre:
Y continuamos silenciosos nuestro camino: él, mirando su arrogante figura proyectada en las vagas lunas de los escaparates; yo, mirando al suelo, o viendo cómo pasan veloces y fantásticos los tranvías de chispeantes luces.
Del periódico y de la política.