«Hay en el mundo, por tanto, por lo menos, tres clases de
hombres: unos son los que se resignan, los que ponen al mal tiempo buena cara,
y éstos son dignos de respeto; otros son los que luchan e intervienen, los que
van contra viento y marea, y éstos son merecedores de admiración; otros,
finalmente, son los que no se resignan, pero tampoco luchan, sino que se
limitan a quejarse, y éstos son acreedores de piedad y misericordia.»
José Ferrater Mora.