OBITER DICTUM
«Salzburgo
es una fachada pérfida, en la que el mundo pinta ininterrumpidamente su
falsedad, y detrás de la cual lo (o el) creador tiene que atrofiarse y
pervertirse y morirse lentamente. Mi ciudad de origen es en realidad una
enfermedad mortal, con la que sus habitantes nacen o a la que son arrastrados
y, si en el momento decisivo no se van, se suicidan súbitamente, directa o
indirectamente, antes o después, en esas condiciones espantosas, o perecen
directa o indirectamente, lenta y miserablemente, en ese suelo de muerte, arquitectónico-arzobispal-embrutecido-nacionalsocialista-católico,
y en el fondo totalmente enemigo del ser.»
Thomas Bernhard