APUNTE CALLEJERO
En
la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos senos bizcos buscando
una sonrisa sobre las mesas. El ruido de los automóviles destiñe las hojas de
los árboles. En un quinto piso, alguien se crucifica al abrir de par en par una
ventana.
Pienso
en dónde guardaré los quioscos, los faroles, los transeúntes, que se me entran por
las pupilas. Me siento tan lleno que tengo miedo de estallar... Necesitaría
dejar algún lastre sobre la vereda...
Al
llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja entre
las ruedas de un tranvía.
Oliverio Girondo