LAS MARQUESAS
«El grupo al que nos dirigíamos ahora (aunque estaba entre los primeros descubrimientos europeos en el Mar del Sur, visitado por primera vez en 1595) sigue estando habitado por seres tan extraños y salvajes como los de entonces. Los misioneros enviados en su sagrado errar habían navegado a lo largo de sus adorables costas y las habían abandonado a sus ídolos de madera y piedra. Interesantes son las circunstancias de su descubrimiento. En el rumbo de las naves de Mendaña, quien navegaba en busca de alguna región rica en oro, aparecieron estas islas como un lugar encantado, y por un momento el español pensó que su brillante sueño se había hecho realidad. En honor al marqués de Mendoza, entonces virrey del Perú, —bajo cuyos auspicios zarpó el navegante— les confirió el nombre que denota el rango de su patrono y ofreció al mundo, a su regreso, un relato ambiguo y suntuoso de su belleza. Pero estas islas, imperturbadas durante años, volvieron a caer en su anterior oscuridad y sólo recientemente se ha conocido algo respecto de ellas. Cada cincuenta años, más o menos, algún explorador aventurero interrumpiría su pacífico reposo, y asombrado por el extraordinario paisaje se sentiría tentado a proclamar el mérito de un nuevo descubrimiento.»
Herman Melville.
Taipi.
Ediciones Astarté.