Mi lista de blogs

viernes, 6 de mayo de 2016

OBITER DICTUM





EN TRANVÍA


“Por diez céntimos se puede él trasladar cómodamente de un punto a otro, en el coche de mejor movimiento que existe, que es el tranvía; el tranvía, del cual se dicen pestes, pero que es una cosa excelente, muy práctica, muy barata, muy superior al parisiense ómnibus, con su peligrosa y glacial impériale. Con el tranvía, las ventajas del coche son accesibles a todas las clases sociales; no hay cansancio, no hay distancias, no hay frío; es en verano el mejor abanico, en invierno una garita protectora, y es además, para el pobre, un Casino, una Bolsa donde se entera del alza y baja, recoge noticias, galantea, charla, dice y oye donaires, hace política y hasta implora caridad. En el tranvía las cocineras y criadas de servir se informan de las casas, comentan los precios de los víveres, inician o desenredan intrigas amorosas; las modistillas se citan con los horteras, las chulas se mofan de los señoritos, los rateros hacen su agosto, los empleadillos fraternizan con sus jefes, y las Siervas de María y las Hermanas de la Caridad se codean con los Tenorios callejeros y los perdonavidas, sin que ni ellas se espanten, ni ellos se propasen y desvergüencen. En el tranvía se recoge limosna, se deslizan cartas, se leen y se comentan periódicos, se regalan fl , se hacen amistades, se contrata verbalmente, se disputa, se curiosea, se ríe y se goza con la bulliciosa expansión y la intemperante franqueza propias de nuestro humor y de nuestra tradición democrática jamás desmentida.”


Emilia Pardo Bazán.