TOMAR ALIENTO
“Por lo demás (¿o más familiarmente «por
otra parte»?), el italiano es lo que es, tampoco puedes deshacerte de golpe —de
repente— de sus trampas y rémoras
adverbiales, de sus «sin embargo» y de sus «al contario» que hacían bufar a mi
amigo Talarico, de la maraña de iterationes
y consecutiones con las que la raíz
latina continúa (o prosigue, o sigue) imponiéndonos su exceso y su jactancia
racionalista, su escaramuza de gerundios, subjuntivos, optativos,
condicionales, que los ingleses, afortunados ellos, pueden englobar en ese
pragmático recurso que les permite emplear el indicativo y el infinitivo, y eso
no es todo, pensad en la ventaja de no tener que decidir continuamente si el
adjetivo debe anteponerse al sustantivo o viceversa, es una batalla desigual, más o menos como utilizar una maza medieval contra alguien armado de
espada y puñal, aunque la maza ofrece claramente
ciertas ventajas en los casos en que haya que asestar un golpe definitivo, la verdad es que un italiano debería
hablar, escribir y sobre todo recitar
en verso o tal vez probar con el contragolpe como hicieron esencialmente
todos nuestros subversivos, desde Maquiavelo a Aretino y Ruzante y, a su
manera, Pirandello, y, en caso necesario, dar ese pasito más que te emancipa de
los aprietos de la puntuación, porque, allí también, hay un grumo de vicio, de holgazanería, puede
que de superstición, como en mi inexplicable simpatía por el número cinco, y es
evidente que librarse de las comas y los puntos y comas no es la solución a
todos los problemas ni siquiera es algo nuevo no lo ha sido nunca y está claro
que no lo inventó Giuseppe Berto en El
mal oscuro ni siquiera Beckett y hasta el mismo Joyce lo habrá reinventado
siguiendo vete a saber qué rastro antiguo la cuestión es que ciertas recherches no pueden hacerse seriamente
sin sacudirse de encima la tiranía de las cláusulas formales tanto es así que
el viejo Croce sigue asegurándonos que
el contenido acabará por parir alguna forma propia por lo tanto un poco de
ánimo qué diablos o si preferís «no es para tanto» como mucho habremos escrito
alguna chorrada o alguna página sibilina procuremos pues pescar en el depósito
y llena al menos las lagunas más importantes a lo sumo pogamos algún punto
donde sea necesario para que el discurso no se vuelva del todo indescifrable o
bien por otro motivo más simple para tomar aliento de vez en cuando.”
Vittorio Gassman. Un gran futuro a mis espaldas. Acantilado.