“Algunos tienen una cara tan gorda, que pueden darse el lujo de
reír bajo su grasa, sin que el más avezado fisonomista sea capaz de percibirlo.
No como nosotros, miserables criaturas descarnadas cuya alma está
inmediatamente debajo de la epidermis, y que nos expresamos siempre en un
idioma en el que es imposible mentir.”
Georg C. Lichtenberg