“Sola entre todos los
beligerantes, Gran Bretaña había ido a la guerra sin un plan concreto, sin las
ordenes de movilización en los bolsillos de los que habían de ser incorporados
a filas. Con la excepción del Ejército regular, todo había sido improvisado y,
durante las primeras semanas, antes despacho desde Amiens, casi en un ambiente
de vacaciones. Hasta aquel momento, la verdad del avance alemán había sido
ocultada, por emplear la exquisita frase del señor Asquith, «por razones de
reserva patriótica».
Barbara
W. Tuchman