“Únicamente un hombre que trabaja como Trotsky, que se cuida tan poco
como Trotsky, que puede hablar a los soldados como Trotsky puede hacerlo, sólo
un hombre así, podía ser el abanderado del pueblo trabajador en armas. Ha sido
todo esto en una sola persona. Ha reflexionado sobre los consejos estratégicos
dados por los expertos militares y los ha combinado con una evaluación correcta
de la relación entre las fuerzas sociales; ha sabido unir en un movimiento
único los avances de catorce frentes, de diez mil comunistas que informaban al
cuartel general sobre lo que era en realidad el ejército y sobre la forma en
que uno podía aprovecharse de él; comprendía cómo había que combinar todo esto
en un único plan estratégico y un plan de organización única. Y, en el curso de
este espectacular trabajo, comprendía mejor que nadie como tenía que aplicar su
conocimiento de la significación del factor moral en la guerra.”
Karl
Radek