UNA DE PELMENI, CAMARADA!
«Dado que todo en la Unión Soviética, toda transacción, se hace bajo el Estado, o bajo monopolios concedidos por el Estado, el sistema de contabilidad es enorme. De este modo, cuando toma nota, el camarero lo escribe muy cuidadosamente en un libro. Pero después no va a pedir la comida. Va al contable, que anota otra entrada acerca de la comida que ha sido pedida y emite un recibo que va a la cocina. Allí se anota otra entrada, y se solicita la comida. Cuando al fin se expide la comida, también se emite un recibo con la entrada de la comida, que se entrega al camarero. Pero este no lleva la comida a la mesa. Lleva su recibo al contable, que anota otra entrada en la que dice que la comida que fue solicitada ha sido expedida y da otro recibo al camarero, que entonces vuelve a la cocina y lleva la comida a la mesa, anotando en su libro que la comida que fue solicitada, registrada y emitida, ya está por fin en la mesa. Esta contabilidad lleva mucho tiempo. De hecho, mucho más que cualquier cosa que se haga con la comida. Y no hace ningún bien impacientarse por conseguir la comida, porque no hay nada en el mundo que se pueda hacer. El proceso es invariable.»
John Steinbeck.
Diario de Rusia.
Editorial Capitan Swing.