AGUAS Y VIENTOS
«Con razón podrían
dudar los que leyeren esta historia de la causa por que no llueve en todos los
llanos del Perú, como arriba está dicho, habiendo razones de que en ellos
hubiese de haber grandes lluvias, pues tienen tan cerca de la una parte la mar,
que comúnmente engendra humedades y vapores, y de la otra las altas sierras, de
que hemos hecho relación, donde nunca faltan nieves y aguas; y la razón natural
que hallan los que con diligencia lo han inquirido es, que en todos estos
llanos y costa de la mar corre todo el año un solo viento, que los marineros
llaman sudoeste, que viene prolongando la costa, tan impetuoso, que no deja
parar ni levantar las nubes o vapores de la tierra ni de la mar a que lleguen a
congelarse a la región del aire; y de las altas sierras que exceden estos
vapores o nubes se ven abajo, que paresce que son otro cielo, y sobre ellos
está muy claro, sin ningún nublado; y este viento causa también correr las
aguas de aquella mar hacia la parte del norte, como corren, aunque algunos dan
para ello otra causa, que como la mar del Sur va a embocar por el estrecho de Magallanes,
y por ser tan angosto, que no tiene más de dos leguas, no puede caber por él
tan gran pujanza de agua, especialmente encontrándose allí con las aguas del
mar del Norte, que le estorban la entrada; y así, no pudiendo caber toda el
agua por allí, necesariamente tiene de hacer refluxion y retraerse hacia atrás;
y así, es causa de que las corrientes vuelvan atrás contra el norte; de donde
nace otro inconveniente, que es ser por esta razón tan dificultosa la navegación
de Panamá para el Perú, porque siempre tienen el viento contrario, y mucha
parte del año también las corrientes, que si no van a la bolina y forcejando
contra el viento, no es posible navegar.»
Agustín de
Zárate.
Historia
del descubrimiento y conquista del Perú.