EL ÚLTIMO LITIGIO DE UN MUERTO
Sobre Polemón.
«Disputaba Esmirna por sus templos y sus atribuciones en ellos, y designaron a Polemón como abogado defensor de sus intereses cuando ya estaba llegando al final de su vida. Como murió al iniciarse el viaje para ir a defender estos derechos, la ciudad se puso en manos de otros abogados. Y como éstos expusieron torpemente su asunto ante el tribunal imperial, dirigió el emperador su mirada a los representantes de Esmirna y preguntó:
—¿No había sido designado Polemón abogado defensor de esta causa?
—Sí, respondieron, si te refieres al sofista.
Y el emperador dijo:
—Tal vez haya escrito algún discurso abogando por los derechos en litigio, como era natural teniendo que exponer su defensa ante mí y sobre tan graves cuestiones.
—Tal vez, contestaron, oh emperador, pero no que sepamos nosotros.
Entonces el emperador aplazó el juicio hasta que fue traído el discurso y, una vez leído ante el tribunal, el emperador falló en consonancia con su contenido, y se marchó la gente de Esmirna tras lograr la victoria y diciendo que Polemón había resucitado para su bien.»
Filóstrato de Atenas.
Vidas de los sofistas.
Editorial Gredos.