“Cuando nos transformamos radicalmente,
nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas
de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de
la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes,
pero más duros y menos maduros.”