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lunes, 15 de junio de 2015

ALLÁ EN LAS INDIAS






COMO UN RELOJ


 “Cuando de un reloj se considera con especulación su todo, fuerza será dar gusto al entendimiento; pero si le dividen en partes, echando mano de un solo hierrezuelo, no pueden dejar de dar con él en un rincón, juzgándole cada uno por cosa sin provecho. Curioso lector, los libros tienen a este reloj gran semejanza, que leyendo su todo, no pueden dejar de dar gusto su artificio y doctrina; pero si se leen en parte, también será fuerza arrinconarle juzgándole sin provecho. Yo no pienso pasar sin entrar en juicio; ni tampoco quiero pedir que el que hubiere de ser juez de este libro curse veintiocho años de esta escuela, como yo lo he hecho, para que derechamente lo pueda·ser, o que después de cursada se ponga a escribir y trabajar otro, en tanta calamidad de tres años de pretensiones como yo he tenido. Pero a lo menos suplicarle he que, primero que adicione, haya pasado todo el libro, para que cada parte se incorpore en el intento, que espero en Dios que en la especulación cada uno hallará  el todo del reloj y le parecerá bien: así, el que tuviere la práctica de lo que se trata, como el de teórica. Las causas que me obligaron a escribir este libro, la principal fue, servir a la Majestad Real, alentando aquella milicia que tan dejativa está, y también dar escuela de ella a muchos caudillos que en aquellas partes emprenden conquistas y pacificaciones sin ningún conocimiento, que son causa de que se pierdan mal nuestros españoles no quedando ellos ganados. Obligóme asimismo la afición que a este arte de la milicia he tenido desde el día que ceñí espada, siguiéndola en Italia, y armadas, y en Indias, donde comencé con el cargo de maestre de campo, y entrando en el de caudillo general, fueron por mi cuenta y riesgo todas las jornadas y conquistas que se me encargaron, que no fueron pocas. Por la manera que fabriqué este libro, fue el darle nombre de Milicia y descripción de las Indias, repartiéndolo en cuatro libros, poniendo por principio una exhortación para mover y dar lumbre al intento; y por postre añadida la descripción de las Indias. Obligóme a lo hacer, el ver algunos libros que de ello tratan, que comprenden poco, y como son escritos por relaciones, tienen muchos errores, y para que los que viven en estas partes alcancen las cosas con la mísma verdad que allá pasan. Asimismo añadí un breve Compendio de la Esfera, porque el discurso con que trato toda cosa de Indias en la descripción me obligó a lo hacer, tratando tan solamente lo necesario, porque mi intento no fuese, y también por engolosinar a los que siguen aquella milicia, que tanto carecen de su compuesto, obligándoles a que la estudien aprovechándose de Sacrabosco y otros autores graves. Vale.


Bernardo de Vargas Machuca. 
Milicia Indiana.