“En
la locura, cualquiera que sea su naturaleza, nos es forzoso reconocer, por una
parte, la libertad negativa de una palabra que ha renunciado a hacerse
reconocer, o sea lo que llamamos, obstáculo a la transferencia, y, por otra
parte, la formación singular de un delirio que –fantástico o
cosmológico: interpretativo, reivindicador o idealista—objetiva al sujeto en un
lenguaje sin dialéctica.”
Jacques
Lacan