Mi lista de blogs
domingo, 30 de septiembre de 2012
sábado, 29 de septiembre de 2012
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
CONTRA LA LLUVIA
Viajes imaginarios y reales.
Tusquets Editores.
viernes, 28 de septiembre de 2012
martes, 25 de septiembre de 2012
lunes, 24 de septiembre de 2012
OBITER DICTUM
domingo, 23 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
OBITER DICTUM
«Como en América todo es posible, hay ciudades, Nueva York por ejemplo, en las que Grecia limita con Polonia, Ucrania con Puerto Rico y China con Italia. Nueva York es el infinito donde muchas naciones juntan sus destinos paralelos. Naciones que en el Viejo Mundo nada sabían unas de otras, se ven en el Nuevo obligadas a convivir, a conocerse y por consiguiente a odiarse. Es ley fatal que las naciones limítrofes estén condenadas al odio o al desprecio, y de esto sabemos mucho los europeos. Ese odio y ese desprecio nunca son recíprocos. El desprecio lo siente quien se cree superior y el odio quien se sabe inferior. El odio es el negativo de la admiración como el desprecio lo es del engreimiento.»
Aquilino Duque.
martes, 18 de septiembre de 2012
lunes, 17 de septiembre de 2012
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
Death by Water
domingo, 16 de septiembre de 2012
viernes, 14 de septiembre de 2012
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EL BUENO, EL FEO Y EL MALO
jueves, 13 de septiembre de 2012
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
lunes, 10 de septiembre de 2012
sábado, 8 de septiembre de 2012
viernes, 7 de septiembre de 2012
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
PERROS EN CONSTANTINOPLA
jueves, 6 de septiembre de 2012
OBITER DICTUM
«Alcalá Zamora encargó a Martínez Barrio la formación de un nuevo gobierno, con el decreto de disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones. Durante la tramitación de esta crisis, se presentó Jesús Hernández, del buró político del Partido Comunista, en una reunión, en la calle de la Estrella, para anunciar que se preparaba un golpe de Estado con Azaña y los socialistas, apoyados por los guardias de asalto. Nos comunicó la consigna del Partido: ni con Azaña, ni con Lerroux: organizar los soviets. Quedamos todos tan estupefactos como el policía que asistía al acto, y al que no permitimos intervenir. Estaba allí con Claudín y nos pusimos enseguida en movimiento en busca de enlaces que nos permitieran tomar parte activa en los inminentes acontecimientos, pero, naturalmente, nada sucedió.»
Manuel Tagüeña.