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miércoles, 30 de noviembre de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE


 

HUMUS



«Tras varias horas de viaje, el paisaje se vuelve completamente diferente. Subes por pendientes donde la vegetación es más bien un cementerio que un jardín, pues los árboles se elevan por encima de los matorrales aplastados, los bejucos ahogan las flores, la hierba crece tan alta como las espigas y, por doquier, la vida muere y resucita, la putrefacción se transforma en humus, pasta viva para dar calor a otras semillas, y la lucha continúa con espasmos y éxtasis en ese océano de savia. Las plantas aquí se tornan en monstruos, las flores están envenenadas por los cadáveres que les sirvieron de lecho y de origen, la abundancia te deja petrificado pues, tras los millones de organismos que han sobrevivido, adivinas la existencia de otros muchos millones que mueren cada hora, y ese gesto de la naturaleza de arrojar incesantemente vida sin ton ni son, ese gesto de creación por el mero gozo de crear, por la alegría de absorber el sol y de cantar su victoria, te atonta, te abruma.»



Mircea Eliade.

La India.

Editorial Herder.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA


 


TUVE UN AMIGO EN MONTE ALTO


Su lamento, tristeza cincelada por locos centauros de lupanar, casi el rumor de una icónica batalla que tiene olor a rendición, proyecta sobre los débiles muros de mi memoria aullidos de suicidas, semillas de pesadumbre o imágenes delirantes de un lugar,

de un tiempo lacio,

de unas gentes parcas

y de una vida detonada por las fauces metalizadas del paso del tiempo y por la espuma ronca del caótico amanecer que no hace tanto llamábamos, confundidos por los salados salitres de las hormonas o por la culta estupidez, amistad…


Baldomero Dreira.

jueves, 24 de noviembre de 2022

OBITER DICTUM






«Para evitar rozamientos y satisfacer ambiciones de mando y de administración, Cataluña cedió las fábricas de guerra, a excepción de las montadas de nueva planta por la Generalidad, y no todas, porque también parte de las nuevas fábricas fueron cedidas a la Subsecretaría de Armamento, institución creada por Prieto para demostrar cómo se puede sabotear la guerra por exceso de recursos financieros y de facilidades para toda gestión en manos de burócratas ambiciosos, pero incompetentes o traidores.»



Diego Abad de Santillán.

domingo, 20 de noviembre de 2022

ALLÁ EN LAS INDIAS



HAMBRE EN EL EDEN


«Y cuando volvimos al real se repartió la gente en soldados y trabajadores, así que no quedase uno sin qué hacer. Y se levantó allí una ciudad con un muro de tierra como de media lanza de alto a la vuelta, y adentro de ella una casa fuerte para nuestro general; el muro de la ciudad tenía de ancho unos tres pies; mas lo que un día se levantaba se nos venía abajo al otro; a esto la gente no tenía qué comer, se moría de hambre, y la miseria era grande; por fin llegó a tal grado que ya ni los caballos servían, ni alcanzaban a prestar servicio alguno. Así aconteció que llegaron a tal punto la necesidad y la miseria que por razón de la hambruna ya no quedaban ni ratas, ni ratones, ni culebras, ni sabandija alguna que nos remediase en nuestra gran necesidad e inaudita miseria; llegamos hasta comernos los zapatos y cueros todos. Y aconteció que tres españoles se robaron un rocín y se lo comieron sin ser sentidos; mas cuando se llegó a saber los mandaron prender e hicieron declarar con tormento; y luego que confesaron el delito los condenaron a muerte en horca, y los ajusticiaron a los tres. Esa misma noche otros españoles se arrimaron a los tres colgados en las horcas y les cortaron los muslos y otros pedazos de carne y cargaron con ellos a sus casas para satisfacer el hambre. También un español se comió al hermano que había muerto en la ciudad de Bonas Ayers.»


Ulrich Schmidel.

Viaje al Río de la Plata

miércoles, 16 de noviembre de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE






FILIPO EL GRANDE



«Ahora bien, llamarle perjuro y desleal sin mostrar sus actos, se podría calificar con toda justicia de vano insulto; pero ir mostrando todo cuanto hasta el momento ha llevado a cabo y probar su culpabilidad en todos esos actos resulta, felizmente, que requiere bien corto discurso, y por dos razones estimo conveniente que tal exposición sea hecha: para que aquél aparezca ante vuestros ojos como despreciable —cosa que precisamente resulta ser, además, cierta—, y para que quienes están aterrorizados, pensando que Filipo es persona incombatible, vean que ya ha recorrido a base de engaños toda la carrera merced a la cual antes de ahora se hizo poderoso, y que ya su política ha llegado a su propio fin. Pues hasta yo mismo, varones atenienses, consideraría a Filipo en sumo grado temible y admirable, si viera que se ha engrandecido a fuerza de ir practicando una política justa; pero la verdad es que cuando examino e investigo el caso, descubro nuestra simpleza al principio, cuando algunos trataban de rechazar de esta tribuna a los olintios, que querían tratar con vosotros, simpleza que él se ganó asegurando una y otra vez que entregaría Anfípolis, y negociando aquel famoso tratado secreto del que antaño se hablaba; luego se granjeó la amistad de los olintios mediante la captura de Potidea, que era vuestra, comportándose, así, injustamente con sus aliados de antes, y entregándosela a aquéllos; y ahora, finalmente, se atrajo a los tesalios bajo promesa de entregarles Magnesia y aceptar la participación en la guerra contra los focidios en defensa de sus intereses. En resumen, no hay nadie de los que trataron con él a quien aquél no haya engañado; pues, engañando una y otra vez a los ingenuos que no le conocían y atrayéndolos, de esa manera se ha hecho poderoso.»



Demóstenes.

Discursos Políticos I.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA









Eu vi a luz em um país perdido. 

A minha alma é lânguida e inerme. 

Oh! Quem pudesse deslizar sem ruído! 

No chão sumir-se, como faz um verme…



Camilo Pessanha.







martes, 8 de noviembre de 2022

OBITER DICTUM




 «Cada vez siento con más fuerza la terrible tragedia de este aprieto —el de la raza alemana—. Me parece indudable que no podemos imponernos a Inglaterra. Los ingleses —la mejor raza del mundo— no pueden perder. Pero nosotros sí podemos perder, y perderemos; si no este año, el próximo. ¡La idea que nuestra raza vaya a ser derrotada me acongoja horriblemente, porque yo soy total y completamente alemán!»


Ludwig Wittgenstein.





sábado, 5 de noviembre de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE


 





CUANDO LLEGA LA MUERTE


«...continúan los moros el interrumpido cañoneo, si bien con menos violencia que el anterior, pues sólo nos hacen 25 disparos. Tiran con calma, pero lo hacen con extremada eficacia. Entre las dolorosas bajas que sus granadas nos producen hay que lamentar la del teniente coronel Primo de Rivera, a quien un trozo de proyectil deja destrozado el brazo izquierdo. La herida es horrible y se impone la necesidad de amputar el miembro inmediatamente. No hay cloroformo ni anestésico alguno y eso es un contratiempo casi insuperable; lo sabe el valeroso jefe y él mismo anima a los médicos para que le operen sin miedo ni reparo.


Aguantaré. Que me den un trapo para morder.»


Eduardo Pérez Ortiz.
18 meses de cautiverio.
Artes Gráficas Postal Express.


viernes, 4 de noviembre de 2022

OBITER DICTUM

 




«Uno de los que han venido hace poco de Córdoba, a quien yo pedí noticias de ella, me contó cómo había visto nuestras casas de Balāt Mugīt, a la parte de poniente de la ciudad. Sus huellas se han borrado, sus vestigios han desaparecido, y apenas se sabe dónde están. La ruina lo ha trastocado todo. La prosperidad se ha cambiado en estéril desierto; la sociedad, en soledad espantosa; la belleza, en desparramados escombros; la tranquilidad, en encrucijadas aterradoras. Ahora son asilo de los lobos, juguete de los ogros, diversión de los genios y cubil de las fieras los parajes que habitaron hombres como leones y vírgenes como estatuas de marfil, que vivían entre delicias sin cuento. Su reunión ha quedado deshecha, y ellos esparcidos en mil direcciones. Aquellas salas llenas de letreros, aquellos adornados gabinetes, que brillaban como el sol y que con la sola contemplación de su hermosura ahuyentaban la tristeza, ahora -invadidos por la desolación y cubiertos de ruina- son como abiertas fauces de bestias feroces que anuncian lo caedizo que es este mundo; te hacen ver el fin que aguarda a sus moradores; te hacen saber a dónde va a parar todo lo que en él ves, y te hacen desistir de desearlo, después de haberte hecho desistir durante mucho tiempo de abandonarlo.»


Ibn Hazm.